viajes
Estocolmo de un vistazo
primavera y buen rollo nórdico
Texto: María Vázquez Fotos: Nuria Ayarra
Cuando llega el mes de mayo muchos suecos se frotan las manos. Suben las temperaturas, se han despejado la nieve y las lluvias y por fin se pueden lanzar a las calles. Terrazas, paseos a pie o en barco, parques, cerveza local bien fría y deporte al aire libre. Más horas de luz.
Estocolmo es una ciudad luminosa cuando arranca esta época del año, sí. Brillan las calles y relucen los parques, que se pueblan de deportistas, familias con niños, jóvenes con ganas de aire puro y mayores que se enrolan en su obligado paseo. Rubios y morenos se acicalan con trajes de baño en cuanto sale un rayo de luz; las temperaturas se disparan (para ellos 20 grados es puro verano), y salen a navegar en piragua o se tumban a tomar el sol. Otros despliegan el picnic sobre el césped con niños o sin ellos.
PASEO POR LOS CANALES Y EL CENTRO HISTÓRICO
Además de luminosa, Estocolmo es fácil de transitar. A pie es un ciudad cómoda, en bici todavía más, el metro es rápido y sus estaciones auténticas obras de arte subterráneas. Sin olvidar los paseos en barco por los canales, que permiten paradas en los principales atractivos turísticos de la ciudad. Ineludible una vuelta por Gamla Stan, el centro histórico, compuesto por tres islas. En este barrio se pueden visitar los edificios míticos de Estocolmo entre calles adoquinadas y fachadas de colores. A las 12 a.m es el cambio de guardia en el Palacio Real (uno de los más grandes del mundo), donde hay que agolparse junto al resto de turistas para ver el desfile de centinelas. En este barrio se encuentra también la plaza más fotografiada de la ciudad: Stortoget, junto a la que se ubica el Museo Nobel.
“Además de luminosa, Estocolmo es fácil de transitar. A pie es un ciudad cómoda, en bici todavía más, el metro es rápido y sus estaciones auténticas obras de arte subterráneas. Sin olvidar los paseos en barco por los canales, que permiten paradas en los principales atractivos turísticos de la ciudad”.
El Barrio de Södermalm es el icono de la vida cultural sueca. Ocupa toda una isla y destaca por acoger diversas tiendas de diseño, muchas curiosísimas, casitas con jardines, escaleras empinadas, cafés con decoración muy variada y restaurantes cálidos y pintorescos. En este mismo barrio se puede visitar el ascensor Katarina, desde el que se obtienen vistas panorámicas de Gamla Stan y la isla de Djurgården, y el museo Fotografiska.
ULLNA GOLF CLUB, UNO DE LOS MEJORES CAMPOS DE SUECIA
Arriba el hoyo 6 y abajo el hoyo 2
A treinta kilómetros de Estocolmo es encuentra este legendario campo de 18 hoyos que es considerado uno de los mejores de Suecia. Fue diseñado por Jack Nicklaus y Sven Tumba, un mítico deportista sueco, golfista y jugador de hockey sobre hielo. El lago Ullnasjön discurre por el campo, que ofrece unas imágenes de postal. Entre otros famosos han jugado aquí Bill Clinton, Tiger Woods y la estrella de rock Alice Cooper.
Green fee desde 195€, que incluye comida en el restaurante de la Casa Club.
