GOLPE DE SALIDA
REÍRSE EN UN TORNEO

✒︎ por THE GOOD GOLFER
Hace poco tiempo, estuvimos documentando un torneo amateur en Palomarejos Golf. El día era buenísimo, muy azul. El torneo estaba completo, casi cien participantes. Era el primero que organizaba la Asociación GolfHadas, que apoya a las jugadoras profesionales. Y resultó ser todo un éxito.
Quizá una de las claves fue el buen ambiente. Los participantes en general estaban relajados, y fueron soltándose más según avanzaba la jornada. Esto es lo que veía mi ojo derecho detrás de la cámara. Ya sabemos todos que hay muchos golfistas amateurs que se estresan en el campo, se ponen tensos, hablan con los silencios. El Tee de salida impone, lógico. El reto de bajar el Hándicap en un torneo también intimida, se agarrotan los músculos, las piernas a veces tiemblan. Nos ponemos a pensar, sacamos esa mente analítica tan traicionera… Y entonces todo se va al garete. Empiezan los fallos, rondan las dudas y la inquietud abre más la grieta entre el palo y el cuerpo… ¿Dónde está mi swing? Y vuelta a empezar con la relajación mental.
¿Por qué no reírnos y dejar por un momento la competición a un lado?, ¿se acaba el mundo? No ¿Somos profesionales? De ninguna manera ¿Va a empeorar mi swing? Tampoco ¿Tengo posibilidades de pasarlo bien? Muchísimas. Yo hasta ese día era de las analíticas. Competía contra mí de una manera feroz y absurda. Qué ofuscación ¿compensa el torneo?
Y entonces esa mañana soleada en Palomarejos Golf lo vislumbré claramente. En los grupos, amigos, familiares e incluso desconocidos entre ellos, había buen rollo ¿La pego mal? No importa. La mujer que le dice riendo a su marido: Anda que te has lucido con ese golpe, hoy no es tu día. O el hermano a la hermana: Ese approach ha sido flojo, hoy estoy jugando mejor que tú… Todo ello envuelto en un halo de palmadas y sonrisas. También se lanzaban halagos. Golpazo tío, le decía uno a su amigo, hoy te estás saliendo del nivel. ¿Qué pasó en el siguiente golpe? Que lo dio más bonito todavía. Actitud. Las profesionales de GolfHadas también aportaron su dosis de buen rollo: relajadas, tranquilas, dando tips y animando.
Pero quizá la jugadora amateur que más me llamó la atención, por lo divertida y graciosa, fue Lola Fernández Ochoa. Se concentraba en su golpe, pero si era malo no importaba. Si era bueno, estupendo. Siempre con un comentario agradable. Tenía la rodilla lesionada, pero daba igual. Y en un momento dado dijo riéndose algo así como: Hoy no es mi día y quizá el golf no es mi deporte, pero subid conmigo a la montaña, a ver si me cogéis esquiando.
Pues eso, actitud más humildad, igual a diversión asegurada. A veces, hay que reírse mucho en un torneo.
Os invito a probarlo porque es sanísimo.







