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GOLPE DE SALIDA

Joel Dahmen y el síndrome del impostor

✒︎ por THE GOOD GOLFER. Foto The Times

DE LA SERIE DOCUMENTAL FULL SWING

El título de este cuarto capítulo de Netflix le viene como anillo al dedo a Joel Dahmen, un golfista cautivador que se sale un poco de los cánones que rigen los hábitos de los PROS. Dahmen no se lo cree a pesar de que es hábil, es bueno. Y no es falsa humildad. “Siempre se me dio bien el golf y además de una forma natural. Pero alguien tiene que ser el número 70, y ese soy yo”… “Los grandes como Koepka y Morikawa están hechos de otra pasta. Su cabeza funciona de otra forma. Pegan más largo y su juego corto es mejor…”No estaré en el salón de la fama, y nunca llegaré a ser recordado, pero no me importa, porque no juego por la fama“.

 

Y sí, quizá se sale un poco del Status Quo. Porque no tiene filtros ni le cuesta mostrarse tal como es. Abierto, natural y divertido. Es un tipo que cae bien.

  Por ejemplo, se ve cómo durante el clasificatorio del abierto de EEUU 2021, se bebe un cóctel (o dos) entre vuelta y vuelta. Y lo comenta tranquilamente. También salen algunas secuencias durante una fiesta en su casa. Y entre risas dice a sus amigos (sabiendo que tiene el micro puesto) que está algo bebido. Las cámaras no le importan. También protagonizó la famosa escena en el hoyo 16 del Phoenix Open el pasado año, cuando animado por su birdie y por el público enfebrecido, se quitó el polo luciendo tripita. El documental muestra además la cara sensible del jugador, donde hay momentos en los que se emociona de verdad y llora. Llora un par de veces con el corazón en la boca contando la pérdida de su madre, que murió de cáncer cuando él tenía 16 años.

  Un trauma del que aún no se ha recuperado. “Cuando murió, yo era una hoja al viento sin rumbo. Siempre de fiesta y dando tumbos. Así que mi opción era o trabajar en cualquier cosa o meterme de lleno en el golf. Y afortunadamente eso es lo que hice”. Su hermano pasó por un cáncer también, incluso él mismo, con solo 23 años. Lo detectaron a tiempo y se curó. “¿Quizá me salvó la enfermedad?”, dice mirando a cámara.

  Siempre va acompañado de su mujer y su gran amigo y caddie Geno Bonnalie, gran protagonista del capítulo. Dahmen suele llevar en los torneos un gorro con la palabra cáncer tachada.

  No es spoiler, porque en casi una hora se muestran muchas más anécdotas y situaciones. Y hay un desenlace. Son pinceladas de un personaje que sencillamente entretiene. Un golfista bueno que no es impostor. Merece la pena ver el capítulo.

#PequeñasHistoriasDeGrandesPersonas