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ENTREVISTAS

yolga for golfers

Simetría, equilibrio y alineamiento en el swing

Texto: Carla de la Serna    Fotos y vídeo: Nuria Ayarra    

Concentración, equilibrio, más estabilidad y flexibilidad. Estos son algunos de los beneficios que aporta el yoga para golfistas, una práctica muy útil y relajante ideal para mejorar el swing.

Elena Ferraris (Roma, 1969), lleva impartiendo clases de yoga veinte años en España. Confiesa que nunca le había atraído el mundo del golf, hasta que un día varios alumnos suyos habituales y muy golfistas le trasladaron ciertas molestias derivadas del juego. Comenzó a investigar, se apuntó a clases para conocer de cerca las posturas y la técnica, y en unos meses ya estaba sumergida en este deporte, “Incluso casi atrapada, si bien me gustaría jugar mucho mejor”. Pero quería dar un salto más y conocer a fondo la conexión entre el yoga y el golf, y ver de qué manera podría ayudar a sus alumnos mezclando ambas actividades.

"Mejora la flexibilidad y el core, proporcionando más movilidad, fuerza y resistencia"

Indagó en Estados Unidos, donde el golf es el deporte rey. Allí descubrió a Katherine Roberts, profesora de yoga, golfista y colaboradora de revistas como Golf Magazine, Golfweek y New York Golfing Magazine. Aunque ambas profesoras no se conocen personalmente, han mantenido una relación estrecha vía Skype, y Elena se ha formado con ella a través de sesiones privadas. Roberts diseñó un método sencillo en el que se trabajan la rotación interna y externa, la movilidad de los hombros, la estabilidad, el equilibrio y la concentración. Ha tenido muchísimo éxito.

“El Yoga for Golfers se diferencia del clásico porque hace más hincapié en la disociación de caderas y hombros, y se trabaja sobre la biomecánica del cuerpo, es decir, relaciona cada plano de movimiento con las fases del swing.”

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE EL YOGA FOR GOLFERS?

. Simetría corporal, equilibrio y alineamiento en el swing para mejorar la potencia.

. Mejora la flexibilidad y el core, proporcionando más movilidad, fuerza y resistencia.

. Aumenta la capacidad del cuerpo para jugar mejor desde el primer golpe durante más tiempo y minimiza las incomodidades, reduciendo el riesgo de lesiones.

. Aumenta la concentración.

Según Elena Ferraris, para notar progreso en el swing lo ideal sería practicar unos diez minutos al día. “El rango de movimiento mejora entre un 20% y un 40%. Pero sobre todo, lo que más han notado mis alumnos practicando este tipo de yoga es el aumento de la estabilidad y la concentración. Algunos han bajado su handicap” (ríe).